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IDEA – UTALCA es un movimiento político que surge a partir de la convergencia entre diferentes posturas que comparten un fundamento común: La necesidad de generar nuevos espacios de participación política al interior de la Universidad y el convencimiento de que un estudiante universitario no puede desentenderse de su responsabilidad con la sociedad, de su rol como actor social y agente de cambio.

domingo, 17 de junio de 2012

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS MOVIMIENTO IDEA


Declaración de principios Movimiento IDEA


El pasado 2011 ha de ser recordado en la historia del pueblo de Chile como un año emblema. Una vez más los jóvenes chilenos salían a las calles dando ejemplo de compromiso, convicción, solidaridad social y de lealtad con nobles ideales; enviando un fuerte y claro mensaje a nuestra desprestigiada clase política, la que sin duda no logró interpretar a tiempo las justas aspiraciones de un pueblo que durante años se ha sentido postergado frente a otros grandes intereses a los que el Estado ha sucumbido rotundamente.
En los inicios del movimiento estudiantil de 2011, nadie imaginó los alcances que tendría más tarde, los estudiantes demostraron una evolución notable durante el desarrollo del mismo movimiento, partiendo de una demandas sectoriales como lo era lo relativo al endeudamiento estudiantil, las inequidades de acceso, la calidad de las instituciones de educación superior y el velado lucro en la educación chilena se construye una gran demanda “una educación pública, de calidad, financiada por el Estado y sin fines de lucro”.
 Sin embargo el movimiento dio otras notables señales que lo distinguieron inmediatamente de la rebelión pingüina de 2006. Los estudiantes fuimos capaces de hacer partícipe de estas demandas a una sociedad entera, partiendo por las familias del estudiante endeudado y de aquel que vio truncado su sueño de ingresar a la educación superior, sumando así al padre y madre trabajadores, los que desde sus propios sectores expresaron también su apoyo incondicional.
Al mismo tiempo, las fronteras de las iniciales demandas ceden para incorporar otros temas a la discusión: una reforma tributaria, imprescindible a la hora de plantear un Estado proveedor y garante de derechos sociales; la recuperación de los recursos naturales que pertenecen, inalienablemente, al pueblo de Chile y el perfeccionamiento de nuestras instituciones democráticas, las que sin duda requieren de una urgente y profunda revisión. El movimiento estudiantil de 2011 no tuvo temor en declararse como un movimiento político, desplazando así las anquilosadas concepciones gremialistas que por años dominaron la organización estudiantil y social en general, pues los estudiantes vinieron a reivindicar el rol de la política y a reflotar el olvidado debate sobre lo político.
         Nuestra casa de estudios, una institución estatal y regional, caracterizada durante años como una universidad apática con los asuntos políticos inició el 2011 un proceso de maduración política, la herencia más notable entre nosotros es quizás la proliferación de diferentes movimientos y grupos políticos al interior de algunas carreras. Sin duda es el inicio de un gran proceso que esperamos, logre desterrar para siempre el sello que imprimiera la dictadura, cual es la despolitización de los espacios y la gremialización y atomización de las organizaciones de la sociedad civil.
En ese contexto, a  fines de 2011 se dio inicio a un gran proyecto: un grupo de Jóvenes de la Universidad de Talca con ideales de basamento común comienza la difícil tarea de crear un proyecto político y social que aglutine a las corrientes ideológicas provenientes del humanismo cristiano y del socialismo democrático, un movimiento político que tolerara a quienes teniendo hambre y sed de justicia social cargan con la pesada mochila que significa en nuestro medio la militancia en un partido político y que permitiera incluir también a jóvenes que sin identificarse con ningún partido en particular, comparten los ideales de una sociedad basada en la igualdad, el respeto por la dignidad humana y en la justicia social.
Como primera tarea nos planteamos discutir latamente nuestra carta de navegación, y es así que tras casi 6 meses de debate, logramos concluir que son notoriamente muchos más los principios que nos unen y que las eventuales diferencias secundarias ceden ante la idea del bien común, de este modo, quisiera presentar a Ustedes un resumen de la primera versión de nuestra declaración de principios:

Educación.
Movimiento IDEA entiende que la Educación debe ser Laica, Pública, Gratuita, de Calidad y garantizada por el Estado de Chile. Un Estado Social que vele por el derecho a educación de todas las personas. Por lo mismo la iniciativa privada en esta materia debe ser controlada y fiscalizada por el mismo y descartando la participación del Estado en proyectos educativos particulares.
A ello apuntaba una de las demandas del movimiento secundario: la desmunicipalización de establecimientos educacionales y la eliminación de estos híbridos Colegios Particulares Subvencionados por el Estado, entregando la  tarea de administrar los establecimientos públicos a un sistema de Corporaciones administradas por la comunidad local o regional, pero con financiamiento estatal efectivo.
En el ámbito de la Educación Superior, el IDEA reafirma la demanda de una Educación Superior, sea profesional o técnica, al alcance de todos, sin discriminación alguna. La forma de financiarla ha sido más que discutida por los estudiantes chilenos, por académicos y expertos que apoyan nuestra causa. Ello se traduciría en la necesidad de recuperar nuestros recursos naturales y una reforma tributaria profunda.
En cuanto a la formación propiamente tal IDEA se declara contrario al modelo de formación por competencias establecido en esta Universidad, ya que pareciera centrar su atención en producir profesionales solo de acuerdo a las necesidades del Mercado. Optamos por la formación de un  profesional integro y critico de su realidad, capaz de poner sus conocimientos a disposición de la sociedad.
En cuanto al Financiamiento, creemos que el Estado solo debe financiar, directamente, a las Universidades Estatales, pues estas son garantía de pluralismo ideológico e incluso religioso, el Estado no debe financiar con los recursos de todos, la propagación de doctrinas religiosas ni de ideologías en particular en la formación de sus estudiantes. Por ello, IDEA rechaza los tipos de financiamiento destinados por Aporte Fiscal Indirecto (AFI) y cree conveniente un sistema de aportes basales que nivelen el gasto e inversión en las universidades estatales, con especial énfasis en las universidades regionales. Las Universidades del Estado son parte de una tradición republicana que han aportado a nuestra patria grandes nombres de personas que fueron formadas en un ambiente imbuido por la vocación de servicio público y no mediante programas de formación estructurados en base a las necesidades de los grandes poderes fácticos de la economía.

Estado
Movimiento IDEA sostiene la concepción de en un Estado Constitucional Democrático y de Derecho, garante de los Derechos Fundamentales que emanan de la dignidad de la persona.
Junto con ello creemos y reivindicamos la noción del Estado de Bienestar, promotor y garante de los Derechos Sociales, los que son igualmente derechos fundamentales
Sostenemos un firme convencimiento de la urgencia de una real Descentralización del Poder mirando a la autonomía de las Regiones y de las comunidades locales, empoderando de manera efectiva a la ciudadanía en la toma de decisiones que les afecten directamente.

Política
Como Movimiento “utalino” buscamos el mejor desarrollo de la Universidad, con una visión crítica, fundada y constructiva del quehacer del mundo universitario. IDEA se proyecta como una opción real para el alumnado. Entendemos que el objetivo final no es la representación de los  compañeros a través de un Centro de Alumnos o Federación, sin embargo; son medios legítimos de participación estudiantil y de concreción de propuestas y proyectos. IDEA se plantea como centro de interés al estudiante, la promoción y la lucha por la defensa de sus derechos y su dignidad.

Fuera de la Universidad, buscamos ser un medio de acción social intentando abrir y acercar la Universidad a la comunidad, transformando a la universidad en un actor relevante que se vincule con las necesidades de la comunidad, generando un efectivo impacto y transformándose en una institución crítica y proactiva ante las problemáticas de la comunidad.
Nuestro Objetivo Final y Fundamental es fomentar el debate político, generando espacios de participación y creando una alternativa política, informar periódicamente acerca de la contingencia universitaria,  promoviendo la formación de nuevos liderazgos, fomentando instancias reales de participación, entre tantos más que pueden aparecer en el camino.
La invitación es a todo el que quiera expresar sus IDEAS, quienes compartan los principios construidos en base a la Justicia Social, la Igualdad y el Bien común.
Nuestra legítima aspiración es el debate de IDEAS. Mucho se ha hablado de la concientización del estudiantado. Sin embargo, creemos que  el joven utalino no es el mismo en la actualidad. Hoy somos capaces de hacer y decir lo que pensamos. Es por esto que la invitación es a la acción y a la construcción de un Movimiento Humanista, representativo de la centroizquierda, la izquierda democrática y los independientes, que apele a la Justicia Social y la construcción de una mejor sociedad.
Difícil ha sido el proceso de instalación y de posicionamiento de este movimiento, hemos conocido de cerca las frustraciones, la desmotivación, las decepciones y las bajas.
Sin embargo, el convencimiento de que nos movemos por una ruta de navegación trazada por altos principios y con un trabajo intelectual que nos permite asegurar que no seguimos ninguna moda ni tampoco a un liderazgo personalista nos  insta a dar ahora un siguiente paso, cual es la consolidación de IDEA como un referente político que nace para aglutinar a quienes tenemos convicciones políticas sustentadas en los valores de la democracia, el respeto por la dignidad de la persona, la opción preferente por los marginados, la indignación con este modelo basado en la concentración del capital y en la opresión de unos pocos sobre muchos; creemos en la revolución, pero en esa que se construye sobre la base de la generación de amplias mayorías y no con la imposición de una visión absoluta, creemos en el poder del pueblo organizado, pero pregonamos también un Estado fuerte y garante de los derechos de las personas y descartamos al mercado como asegurador del bien común; en definitiva nos unen los nobles anhelos de libertad y justicia social.

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